Todo empieza unn sábado por la noche, en un cruce muy peligroso de una autopista donde siempre ocurrían muchos accidentes.
Por allí pasaba, en su descapotable, un prestigioso doctor que volvía de una fiesta. Al ver a una jovencita haciendo auto-stop, reduce la velocidad y la invita a que se suba al coche. Cuando ésta sube, el doctor le pregunta que qué hace una chica tan joven y bonita sola en esa carretera tan tarde, a lo que ella responde que es una historia muy larga y que si la pudiera llevar a casa allí se lo contaría todo.
El doctor la llevó a la dirección que ella le dijo, y cuando estaban acercándose a una casa con las ventanas completamente cerradas, ella dijo: -Es aquí, ya he llegado. Cuando el doctor se dio la vuelta, la chica había desaparecido. El hombre, muy extrañado, fue a llamar a la puerta para ver que había pasado, y le abrió un señor mayor con el pelo gris que le miró fijamente. Cuando el doctor empezó a contarle lo que había pasado, el señor le contestó que no hacía falta que siguiera contándole, que no era la primera vez que pasaba. Le dijo que aquella chica era su hija, que había muerto hacía dos años en un accidente de coche en aquel mismo cruce.
Vía: mitos-mexicanos.com
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